"Machincuepa"nos lo dice la RAE, proviene del náhuatl mayotzincuepa, «rodar como calabaza», aunque su acepción actual refiera a dar volteretas; y es que justamente esa es una manera de describir esta narrativa. Amparado bajo el epígrafe de Diderot (Jacques el fatalista), el espíritu volátil de la narrativa va desde el azaroso incidente en que nuestro protagonista pierde la pierna siendo soldado (fuera de combate), la profesión religiosa (apócrifa), la Señorita Cometa (serie nipona), los vagabundeos de la mendicidad, el sórdido mundo de los tugurios de arrabal, o incluso hasta el crimen «organizado» (sin ser novela del género). En todos estos planos (entre otros) se mueve Silvestre, siempre con una visión sobria y sombría del mundo. Las machincuepas de Silvestre y su pierna biónica se desarrolla bajo el influjo de los juegos de las apariencias: el uniforme militar, la sotana religiosa, una prótesis personificada entre otros espejismos que la realidad nos esconde. El libro se compone de dos partes, en la primera encontramos: "La historia del soldado que perdió una pierna", "La boda del soldado cojo y vengativo", "La salvación y el efímero regreso al uniforme", "Fin del uniforme y reencuentro con el mundo primitivo", "El encuentro con los cerdos y las ninfas", "Los placeres de la carne y el mundo de las mentiras" y "Espejismos, la huida y el muchacho cojo se divorcia". En la segunda parte encontramos: "La señorita Cometa y el regreso a la farándula", "Amores fugaces, espíritu de mujer con todo y peluca", "El extraño viaje de la pierna biónica a los rascacielos", "El hombre vacío, la señorita Wonder y la separación", "En busca de una nueva pierna y de un nuevo brazo", Carmen el atentado y el retorno" y "Una nueva vida y el jardín de las gallinas mutantes". |