Título: Universidad y Familia | ||
Autor: Clara Inès Ramìrez Gonzàlez | Precio: $219.00 | |
Editorial: Bonilla Artigas Editores | Año: 2013 | |
Tema: Historia de la Educacion, Familia | Edición: 1ª | |
Sinopsis | ISBN: 9786077588962 | |
Las universidades de la monarquía hispánica, en la época moderna, adquirieron un peso notable en la construcción del naciente aparato burocrático. Los reyes católicos demostraron una notable agudeza política -que hoy puede parecernos elemental- al demandar, primero, que los funcionarios de la monarquía validaran sus títulos universitarios; y, segundo, que los nuevos miembros del aparato burocrático hubieran pasado varios años estudiando en los Estudios Generales. Con estas disposiciones queda claro que en las últimas décadas del siglo XV no era una realidad tácita que los miembros de las secretarías, de los consejos y de los tribunales del reino tuvieran una educación universitaria. En cambio, para el siglo XVI, es un hecho que la obligatoriedad de esta formación, plasmada en la real cédula de 1493, estableció una relación cuasiorgánica entre universidades y administración real.
Numerosos historiadores han dado cuenta de este proceso histórico. Los estudios renovadores son, sin duda, los libros de Mariano y José Luis Peset, La universidad española (siglos XVIII y XIX). Despotismo ilustrado y revolución liberal, y de Richard Kagan, Universidad y sociedad en la España moderna. Tras ellos se multiplicaron las historias de universidades particulares, si bien ha sido Mariano Peset quien más ha impulsado la articulación de una comunidad de historiadores de las universidades hispánicas, mediante los "Congresos Internacionales de Historia de las Universidades Hispánicas", cuyo primer volumen vio la luz en 1987. Desde entonces y hasta la fecha se han celebrado 12 reuniones. En este periodo destacan -me atrevo a decir- tres equipos de trabajo, uno en Valencia, otro en Salamanca y uno más en México. Cada uno de estos grupos ha producido, en los últimos 25 años, más de 30 volúmenes científicos sobre historia de las universidades, además de un sinnúmero de tesis y de artículos; y, si añadimos al grupo de Madrid, más reciente, podemos encontrar cuatro colecciones editoriales consolidadas: "La Real Universidad de México. Estudios y Textos", la más antigua, editada por la UNAM; así como "Cinc Segles", de la Universidad de Valencia; la "Miscelánea Alfonso IX", de la Universidad de Salamanca, y los "Cuadernos del Instituto Antonio de Nebrija", de la Universidad Carlos III, de Madrid. Además de estos grupos de investigación y líneas editoriales -insisto- la mayoría de las univer-sidades hispánicas peninsulares del periodo moderno cuenta con una bibliografía reciente y renovada. Del lado latinoamericano, con excepción de México, la comunidad de historiadores de las universidades de la época moderna o colonial necesita crecer todavía. El esfuerzo realizado, sin embargo, sólo revela el tamaño de nuestras necesidades de investigación actuales, de nuestros retos. Para el caso mexicano tenemos alguna idea de la organización institucional de la universidad en el siglo XVI, alguna idea de la composición del profesorado en el siglo XVI y de etapas y áreas del XVII y XVIII, también cierto conocimiento de los estudiantes y graduados, en especial, de los siglos XVI y XVIII; contamos con algún estudio fragmentario de las finanzas; y, gracias a nuestros compañeros filósofos y filólogos, sabemos algo de la enseñanza de la filosofía, así como de la gramática y la retórica. Nuestro conocimiento de la enseñanza del derecho y de la medicina, a pesar del trabajo realizado por los historiadores de la medicina, es todavía reducido. Y, si reparamos en las relaciones de la universidad con las instituciones virreinales, tenemos algunos estudios que conectan la universidad con la iglesia secular, con las órdenes religiosas, con la audiencia y apenas tenemos información de los vínculos de la universidad con los colegios, con la inquisición, con el protomedicato o con el ayuntamiento de la ciudad. Los referentes conceptuales han aportado innegables conocimientos, pero el desarrollo de las investigaciones demanda una mayor precisión para aprehender las particularidades, los matices, las complejidades de las relaciones interinstitucionales. Hasta ahora, por ejemplo, el peso de la organización familiar en el éxito de las trayectorias en la universidad o en el desempeño profesional no se ha estudiado con profundidad. El lector tiene entre sus manos un excelente texto que se articula alrededor del doctor Hernando Ortiz de Hinojosa, un universitario del siglo XVI que llamó la atención de Clara Ramírez desde el comienzo de sus investigaciones sobre historia de la universidad. El primer trabajo donde atisbó la figura del doctor Ortiz se publicó en 1989 y, muy probablemente, había sido escrito en 1987. Es decir, nos encontramos ante una investigación que se extiende a lo largo de 25 años. Este personaje realizó dos brillantes carreras en la universidad y en la iglesia secular. Tras años de esfuerzo consiguió la cátedra de prima de teología, una de las más altas de la universidad y también obtuvo el obispado de Guatemala. Sus antecedentes judíos dieron al traste con ambas carreras y apenas sobrevivió a la estrepitosa caída. El solo drama de su vida hacía de éste un personaje por demás atractivo para ser investigado. Cuando Clara Ramírez conoció las noticias de su destitución en la iglesia, de su jubilación silenciosa en la universidad y de su casi inmediata muerte, sabía que Ortiz, además de ser un caso singular, compartía, con sus compañeros universitarios, una serie de características que nos hablaban de un proceso más amplio, que tenía lugar en la universidad, en la iglesia secular y, sin duda, en la joven sociedad novohispana. En la universidad había compartido con sus compañeros estudiantes y primeros graduados el deseo de hacer carrera académica y, para ello, había tenido que derrotar, mediante concursos de oposición, a los frailes, regentes hasta entonces de las cátedras de artes y teología. El hecho tenía diferentes lecturas, todas importantes. Para empezar se trataba de uno de los primeros universitarios formados en el propio Estudio mexicano que derrotaba a otros académicos y cuya educación había sido recibida en instituciones diferentes. También se trataba de un criollo que vencía a peninsulares y, aún más, se trataba de un clérigo secular que había logrado salir airoso en contra de frailes agustinos y dominicos, es decir, la investigación de Clara Ramírez trascendía al individuo, pero también lo incluía. Durante esa primera investigación o poco después encontró las limpiezas de sangre del doctor Ortiz y su testamento. La dimensión familiar, sin duda, adquirió una notable importancia. Luego de varias publicaciones, entre las que destaca Grupos de poder clerical en las universidades hispánicas. Los regulares en Salamanca y México durante el siglo XVI, el mejor libro que podemos encontrar hasta el día de hoy sobre la Universidad de Salamanca en el siglo XVI, y gracias a un año sabático, Clara Ramírez ha logrado plasmar sus investigaciones sobre Hernando Ortiz en dos volúmenes, de los cuales el presente será el primero. En términos formales, el libro se estructura en seis capítulos más una introducción y un epílogo. Si atendemos a que es el doctor Hernando Ortiz de Hinojosa el eje sobre el que se construye la obra podemos decir que el capitulado tiene una organización nítida: un capítulo dedicado a los abuelos; otro, a los padres y tíos; un tercero, centrado en las hermanas; el cuarto, en los hermanos; y el quinto y sexto, relativos a los sobrinos y sobrinas. Mediante esta sencilla organización, plasmada en un texto bien escrito, de lectura amena y rigurosamente documentado, Clara Ramírez da cuenta de una compleja red de relaciones sociales, donde familia y universidad son las dos instituciones que forman parte fundamental del título, pero sobre todo, de la trama de la obra. La riqueza del texto radica en la aparente singularidad del caso: una familia a lo largo de diversas generaciones. El alto nivel de particularidad, sin embargo, nunca se desconecta de procesos generales ocurridos en la península o en la Nueva España: la persecución de judíos, la emigración al Nuevo Mundo, la encomienda, las transformaciones universitarias, el papel de las mujeres, la fundación de los primeros conventos novohispanos, los intereses demográficos y reproductivos de la corona y de sus súbditos, las aspiraciones señoriales_ Y en esa clave, considero, debe ser leído el libro. Por ello y en este mismo sentido, me gustaría presentar mi lectura personal de Universidad y familia. Hernando Ortiz de Hinojosa y la construcción de un linaje, siglos XVI... al XX |