Filósofos Cínicos: Aproximaciones Para Su Estudio Universitario Cruz Revueltas, Juan Cristóbal / Gerena Carrillo, Luis Alons Bonilla Artigas Editores |
Teatro Átmico, Sagrado Sacerdocio: Ensayo Filosófico y Teoría Científica Sobre T Rangel Mora, Zonia Editorial Verdesoma |
Concepto Poíesis en la Filosofía Griega, El: Heráclito-Sofistas-Platón Lledó, Emilio Academia Mexicana de la Lengua |
Cuadratura del Círculo Filosófico, La: Hegel, Marx, y los Marxismos Hoyo Arana, José Félix Bonilla Artigas Editores |
Título: Fuerza de Existir, La. Manifiesto Hedonista | ||
Autor: Onfray, Michel | Precio: $535.00 | |
Editorial: Anagrama | Año: 2008 | |
Tema: Filosofia, Pensamiento, Divulgacion | Edición: 1ª | |
Sinopsis | ISBN: 9788433962690 | |
Onfray es el Zaratustra del siglo XXI, el apóstata del claustro académico que sale a la calle para decirle a hombres y mujeres: la historia del pensamiento que os han contado es sólo una de tantas posibles, y la menos atractiva, la más represiva y menos humana, la más conveniente a la serenidad de los poderosos. Al idealismo de Platón, de los Padres de la Iglesia y de Kant se opone otra linea, materialista y gozosa, que no ve el cuerpo y el placer como un obstáculo o un desvío para el conocimiento sino al contrario.
Estas directrices, que Onfray viene desarrollando con apabullante elocuencia en sus libros recientes -Tratado de ateología y la trilogía Contrahistoria de la filosofía, publicados en Anagrama- aparecen en éste de un modo sorprendente: en el impactante primer capítulo, el filósofo se presenta en carne viva para hablar de su infancia: «Fallecí a la edad de diez años, una bella tarde de otoño...» Es el momento en que su madre lo ingresa en el orfanato. Todos los tormentos de aquellos años aparecen aquí en la vívida prosa del pensador normando para hacer una sorprendente prédica con el ejemplo; porque en esas páginas duras y a la vez liberadoras, Onfray muestra cómo el cuerpo del filósofo, su propia carne, es la matriz y la materia de que están hechas las ideas. Nietzsche es, con toda evidencia, la figura tutelar de esta contrafilosofía, pero también Montaigne, Pascal, e incluso Descartes. Hay que prestar atención especial al subtitulo de este libro: Manifiesto hedonista. Porque está allí, en esas dos palabras, el programa de la labor ciclópea que Onfray viene realizando contra el acartonamiento universitario y el idealismo como narcótico de conciencias. «Manifiesto» por su potencia política -Onfray relee en este libro a La Bóetie, el gran amigo de Montaigne, como un prodigioso resistente a toda forma de poder- y «hedonista» por su reivindicación del potencial liberador del placer y de la necesidad de romper con la tradición milenaria que nos ha hecho creer que el mundo material no tiene lugar en el elevado cielo de las ideas. |