Todo es un secreto es una búsqueda en los rincones más recónditos de la mente, un tratar de encontrar respuestas a las preguntas que atormentan al protagonista, quien hurga en el subconsciente sumergiéndose hasta lo más profundo que puede. Alonso escribe un diario, sin ser un diario propiamente. Anota en su computadora, tal como llegan los recuerdos sin obedecer un orden cronológico, los que bien pueden causarle depresión o empujarlo a escarbar hasta atar cabos o encontrar algún recuerdo que lo conduce a otro y a otro, en un juego mental de introducirse a un laberinto en el que podría perderse. Se encuentra inmerso en una lucha interior contra su circunstancia, trata de tomar las riendas de su vida, pero le resulta muy complejo, su debilidad va cambiando su destino, como el guardagujas mueve las vías del ferrocarril para desviarlo de la ruta. Alonso Covelo es un hombre cincuentón, quien ha formado una familia convencional desde hace veintisiete años, casado con Azucena, a la que llama Azuza, con la que procreó dos hijos: Frida y Eugenio, cada uno vive ahora su vida fuera del núcleo familiar. Alonso es un dramaturgo que conoce a Sigrid, una guapa empresaria de treinta y cinco años, productora de la obra de teatro que están montando. Desde que se ven por primera vez ambos se interesan mutuamente; tras algunos escarceos, inician un romance. El ?Äúdiario?Äù se centra muy especialmente en los motivos que llevaron a su matrimonio a la debacle y en la relación amorosa con Sigrid, en un péndulo que va y viene y marca el tiempo como un reloj inexorable, entre el amor, el deseo, los remordimientos, los escozores y su trabajo de dramaturgia. No se decide a abandonar a la esposa, no obstante que se enamora de su nueva amante, situación que va tensando la relación hasta la última vuelta de tuerca hacia el final de la novela. vâl alterna los recuerdos que escribe sobre su esposa, sus hijos y su amante, con reflexiones sobre la existencia, el sentido de la vida; divaga un poco en la ética, la moral y condena constantemente sus deseos sexuales desatados. Grace Delint |